Respecto al problema de la delicada frontera entre la enajenación ficcional literaria y la osadía epistemológica decimos: Del grosor de la franja que constituye dicha frontera dependerá la inclusión de un caso de pensamiento heterodoxo en el territorio del delirio o en el de la vanguardia gnoseológica.
La obra de Raymond Queneau sobre los locos literarios y el capítulo del seminario de Lacan referido al ego de James Joyce nos informan acerca del estado de alienación artístico o filosófico como un verdadero asunto de consensos. ¿Puede el contrato tácito y plural ( el consenso social ) elevar un discurso esquizoide al estadio de estructura científica?
Las posturas innovadoras y revulsivas de Thomas Kuhn y de Paul Feyerabend, ¿serían consideradas científicas si no hubiesen obtenido una superficie de inscripción entre los paradigmas sostenidos por la comunidad filosófica oficial?
Ángulos o Interpelaciones Reflexivas
- Las teorías conspirativas como la de David Icke ( hipótesis reptiliana ), que era una formulación irrisoria y paranoica, ¿tiende a alcanzar rango ortodoxo mediante el crecimiento exponencial de la recepción que le confiere la masa civil?
- ¿Qué criterio objetivo permite configurar una frontera entre delirio paranoico y denuncia del sistema de secretos?
- ¿Las teorías conspirativas se insertan en el mosaico académico con ánimo plural o poseen una propensión intrínseca hacia el fundamentalismo?
- ¿Qué es la verdad?
- ¿Acaso el propio método hipotético deductivo de Karl Popper no ocurre como triunfo sofístico sobre otros mecanismos o paradigmas?
- ¿Garantiza el falsacionismo de Popper o Lakatos la perfecta verosimilitud y humanismo de los enunciados?
- ¿Tienen razón las tesis posmodernas gödelianas cuando sostienen la imposibilidad de cierre de la hermeneusis y por lo tanto la perpetua evolución de la verdad o matema?
- ¿Cómo establecer un sistema teórico sólido y a la vez versátil sobre las patologías paranoicas?
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